
Sin embargo a pesar de toda esta algarabía nada me emociona más poder ver en estos momentos la cara que debe estar poniendo mi padre desde su lecho de convalecencia. “Al viejo”, como cariñosamente le llamo, nunca le simpatizó la aparición de este personaje en la política peruana. No se si su aversión fue ideológica o política, era muy chico en ese entonces para darme cuenta. Creo, que simplemente no le gusto su cara y la forma folklórica de hacer su campaña sentado en un tractor seguido de Máximo San Román, su candidato a la vicepresidencia, en uno más pequeño. Las cosas se pusieron peor cuando “El chino” le ganó las elecciones presidenciales al escritor Mario Vargas Llosa en ese año de 1990. Mi padre de filiación Acciopopulista, simplemente no lo perdono. En ese entonces yo todavía era un adolescente cursaba el segundo año de secundaria, y al parecer estaba más ocupado tratando de sobrevivir en un colegio estatal que era el vivo retrato de lo que era el país en ese momento: violento, sucio y corrupto. Todavía recuerdo que la imagen de ese señor de ojos rasgados nos caía simpático a muchos de mis compañeros de clase. Parecía un personaje de caricatura que de pronto se había escapado de una revista de historieta para convertirse en presidente del Perú. Los años pasaron y entonces llegó “Barrios Altos” en el 91, el

Todo lo contrario a él, que lo hizo en década del 50 cuando parte del examen era oral Toda una proeza.
Ese mismo año sucedió lo del conflicto con el ecuador, y mi padre odiaba ver “Al chino” en un sinnúmero de apariciones para meternos el cuento que estábamos ganando la guerra. Tremenda “Yuca” que nos llevamos todos al enterarnos después que en realidad la perdimos y nunca recuperamos tiwinza como nos lo había hecho creer. Era otro “cuento chino” más. Mi padre nunca lo odio tanto. Meses después “El chino” se reelegía mayoritariamente ante un sorprendido Javier Pérez de Cuellar ex secretario de las Naciones Unidas y toda una personalidad en nuestro País. Mi padre simplemente no lo podía creer. Los años siguieron pasando y yo ya en la universidad comencé a darme cuenta de las cosas, nuestro país estaba cada vez más pareciéndose a una dictadura y “El Chino” asociando con un tal Vladimiro Montesinos parecían levantarse nuestro pobre País. Las cosas se pusieron peor cuando en los medios apareció la Ley “Siura”, una propuesta de interpretación autentica de la constitución que habría la posibilidad que “el Chino” se hiciera de la presidencia por tercera vez. Esta vez no solo mi padre desde su anonimato, ni los políticos, ni los periodistas de oposición pusieron el grito en el cielo. Sino medio País. Se recogieron firmas para un referéndum que frenara esta dictadura pero la maquinaria que “El chino” y Montesinos habían construido en casi diez años en el poder hicieron nula toda esa posibilidad. La sensación de frustración e impotencia de muchos jóvenes de no poder hacer ejercicio de su libertad fue compartida por muchos de nosotros incluido a mi padre. Después de todo parece que el tiempo le había dado la razón “al viejo”, que desde entonces se obsesionó más con el tema – “Voy a encender las noticias, a lo mejor el Chino ha muerto”- solía decir todos lo días mientras encendía su vieja radiola marca JVC, que tenía en su velador y que lo había obtenido de una herencia familiar. Esos años vi a mi padre volverse cada vez más viejo obsesionado con ese presidente que parecía que nos gobernaría como “El patriarca” de una novela de García Márquez. Muchas veces llegué a pensar que mi padre no sobreviviría a esos 5 años de la tercera re reelección. Felizmente un infame video apareció y el Chino renunció y se fugo al Japón. Mi padre sonrió después
2 comentarios:
...Y que la cuarta sonriza sea cuando le den cadena perpetua al chino.saludos tio.
edmer M
Es cierto Fujimori ha suscitado muchas veces odios viscerales obviamente comprensibles .Sabes...hoy al ver el retorno de Fujimori por la televisión me inavadió una terrible impotencia ...el desencuentro de nuestro pueblo por su causa..es inevitable..a cada paso habrá ayayeros y detractores discutiendo ajenos a una realidad que necesita voltear la página . Sólo espero_ que podamos ver a un criminal cómo este juzgado no sólo por la justicia sino por la historia. Buen texto hermanito
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