domingo, julio 20, 2008

El SAT. ¿comprometiendose con la Lectura?

Y lo impensable sucedió. Una institución no ligada a la educación y criticada por su naturaleza, el cobro de los impuestos y las papeletas de infracción de tránsito, en un país de escasa cultura tributaria, decidió mostrar un nuevo rostro y apostar por una actividad diferente. A todas luces arriesgada por la poca capacidad de convocatoria que podría haber tenido, teniéndose en cuenta los bajos índices de lectura de nuestro país, así como los bajos niveles de comprensión lectora de nuestros niños y adolescentes; esto debido principalmente a los deficientes niveles de educación, el costo de los libros y el poco hábito de lectura dentro de los hogares, gran obstáculo que impide el éxito de cualquier iniciativa que contribuya a la mejora de este problema. El resultado, La Primera Feria Libro de Viejo. El punto: la antigua plazuela de San Agustín. La oferta: Muy variada. Desde verdaderas reliquias bibliográficas , hermosas ediciones de obras completas de Voltaire, Shakespeare y Óscar Wilde (solo para coleccionistas), hasta libros y revistas un poco más actuales pero cuyas ediciones ya no están en circulación. La mayoría en perfecto estado de conservación y todos originales. El precio: razonable teniendo en cuenta que la mayoría de esos libros ya no están a la venta en esas ediciones, muchas de ellas primigenias. El Balance: Una gran convocatoria desde el inicio. Buenas ventas para los libreros. (me lo aseguró uno de ellos) y una excelente oportunidad para los que no tienen mucho tiempo de ir hasta el jirón Amazonas.
Con esta feria el SAT se podría estar sumando al esfuerzo que otras instituciones públicas (Promolibro, CNE) y privadas (INLEC, Quilla, Proyecto Recreo y el Banco Continental,etc.) están haciendo para fomentar la lectura. Aunque todavía desarticuladas todas estas instituciones buscan mejorar el mapa lector de nuestro País. “La primera Feria del Libro de Viejo” organizado por el SAT debería pensar entonces en una continuidad en el tiempo. Continuidad que aseguraría un verdadero compromiso con la cultura y la educación.
Después de este calentamiento que significó para muchos de nosotros la feria del Libro Viejo ahora sólo queda esperar al 24 de julio, día que se inaugurará la XIII feria del Libro en el Jockey Plaza, y que ya está dando que hablar y no precisamente por su gran oferta Librera que se avecina acompañado de otras actividades culturales, sino por el enfrentamiento que se ha armado entre la Cámara Peruana del Libro (CPL) y los Editores independientes agrupados en la Alianza peruana de editores (APE). Donde al parecer estos últimos se quedarían sin un stand. De ser así imaginémonos la feria del libro sin la presencia de Jaime Campodónico, Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Asociación Cultural Antares, Sarita Cartonera, Estruendomudo, Matalamanga, entre otras. La cosa está que quema así que voy alistando mi cámara y no me pierdo la feria del libro para ver el desenlace de esta historia.

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